Rayadas
- Maite Bermejo Astiz
- 28 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Habrá peña que me diga que soy una rayada. Pues si. O que soy una dramas. Puede ser. Pero oye, hay que admitir lo bueno y lo malo de ser como somos. No tenemos que olvidarnos de los pequeños detalles que nos han hecho llegar hasta donde estamos. Tenemos que intentar ser felices. Cambiar nuestro punto de vista, y mirar más allá de nosotros mismos.
Este mes va a ser de lo peor que haya por ser final de cuatri. Pero en mi cuerpo ya han empezado los problemas. Me rayo cada vez que siento alguna molestia corporal. A veces puede ser algo jodido, pero otras veces igual es un simple eructo o una tensión muscular que hay que soltar.
Nos quedamos mucho con las sensaciones raras, difíciles o inusuales. Pero hay más que esas. Hay apoyos que si los cuidas, pueden estar ahí y pueden hacerte tu día a día más llevadero. Luego también, no hay que dejar de pensar que somos humanos. Pero no hace falta que pensemos que por ser "x" se vaya a acabar el alfabeto. Quedan antes la "y" y la "z" por descubrir.
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