Etiquetas
- Maite Bermejo Astiz
- 12 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Según la tercera descripción de la RAE, una etiqueta es una “calificación o mote, generalmente descalificador, que se aplica a alguien y que suele hacer referencia a alguna característica como su forma de ser, su manera de comportarse o su ideología”. Esta definición viene del ámbito social, porque es evidente que una etiqueta es también lo que dicta el precio de una prenda u objeto el cual está en venta. PERO no todo suena siempre tan bonito.
“Calificación o mote, generalmente descalificador, que se aplica a alguien y que suele hacer referencia a alguna característica como su forma de ser, su manera de comportarse o su ideología”.
En el ámbito social, existen las diferentes culturas y diferentes etiquetas. Puede que escriba algún post sólo de ejemplos de diferentes formas de culturas mundiales. Pero en la más cercana, tenemos la cultura “española”, o en mi caso, la cultura “vasca/navarra”. Siempre se ha dicho que cada cosa tiene su nombre por algo. Eso está bien planteado, hasta que llegan las etiquetas. Ellas te dicen cómo te ven en la sociedad, y mayoritariamente son despectivas. Muchas de las etiquetas se basan en movimientos o alzamientos de voz actuales. Por ejemplo, mucha gente etiqueta a las mujeres feministas como feminazis. También hay quienes no admiten que un “chico” sea feminista, porque vivimos en un sitio lleno de tabúes (que ya los comentaré).
Otras de las etiquetas más comunes son más personales y físicas. Siempre está la subjetividad de ser gordx o flacx, de ser bajitx o altx... Pero también están los roles de género o la discriminación homofóbica por ser parte del orgullo. Mujer o hombre. Parece que no existe nada más. Hetero. Lo demás es difícil de entender. Si no estás dentro del patrón social, eres un bicho raro al cual puedo discriminar. ¿En serio? Pese a estar en el siglo XXI, se nos etiqueta más fácil que a la ropa de cualquier marca explotadora de menores (que yo también compro ahí).
Mirad, yo os diré una cosa. Puedo ser muchas cosas de las que penséis. Pero tanto dentro, como fuera de casa, seré una mujer bajita, flaca y bisexual. Las etiquetas puede que vayan conmigo. Pero yo admito sólo las que yo me pongo. ¿Queréis darme de lado porque soy una persona rara por ser como soy? Vale. Pero tened en cuenta, que mucha gente hacéis muchas cosas por quedar bien delante de otras personas, o por ser guays. Pero lo que realmente conseguís es dañar a mucha gente. Así que por favor, si vais a considerarme bicho raro, no sé porqué me estáis leyendo o porqué me seguís. Una sola etiqueta puede causar grandes daños. Una etiqueta puede llevar al bullying, a la soledad, o incluso a la muerte. Que una sola persona te llame algo, da igual qué adjetivo sea (de normal negativo) hace que pensemos en ello y queramos cambiarlo o mejorarlo.
Mi pregunta es: ¿vamos a dejar que el resto nos etiquete?
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